Hace meses que Cristina no se para en una reunión familiar. Se hartó de que sus tías, primas y abuelita la bombardearan con preguntas sobre su vida privada cada que las veía. "¿Por qué no tienes novio si estás tan bonita?", la cuestionaba con dulzura su "abue"; "¿no te preocupa tu reloj biológico?", indagaba su embarazadísima prima; pero como casi siempre sucede, la más metiche era su mamá: "Ya tienes 33 años hija, ¡¿que nunca piensas casarte?!".
Y esto tan incómodo no sólo le sucede a Cristi. Por lo general, la gente ama preguntarle sobre sus asuntos románticos a las mujeres solteras, en especial después de que cumplen treinta años. Es como si el mundo entero tuviera el derecho a enterarse si sales con alguien, cuáles son tus planes en cuanto a la maternidad o si de plano ya renunciaste al amor.
¿Qué contestar a esta clase de preguntas que casi siempre nos dejan sin palabras? Tal vez la única respuesta aceptable sería: It´s not your business motherfucker! Pero como no estamos en una película gringa de acción (y la tía Maruca podría ofenderse), te compartimos diez argumentos científicos que demuestran que estás muy bien siendo soltera, y que puedes usar libremente en fiestas y reuniones.
1. Las mujeres que se casan demasiado pronto son menos felices
Esto, de acuerdo con un estudio llevado a cabo en Estados Unidos en 1979 en el que se le preguntó a un grupo de jóvenes menores de 22 años a qué edad querían contraer nupcias.
Transcurridos 20 años, los investigadores a cargo volvieron a contactarlos para ver qué tal habían salido sus planes. Encontraron que aquellos que se casaron a la edad que habían elegido eran más felices que el resto del grupo y los que lo hicieron antes de lo planeado tenían los niveles depresivos más altos.
2. Las mujeres casadas se separan de su familia
A diferencia de lo que podría pensarse, se ha demostrado que la gente casada está menos en contacto con sus familiares y amigos que los solteros. De acuerdo con Natalia Sarkisian de la Universidad de Boston, las parejas de esposos dicen tener demasiadas ocupaciones en su casa o con sus hijos como para darse el tiempo de visitar a su abuela enferma, a sus padres o ponerle atención a otras personas fuera de su núcleo más cercano.
3. El matrimonio hace engordar
Un estudio de la Universidad de Carolina de Norte encontró que las personas que se casan antes de cumplir 28 engordan entre 11 y 13.6 kilos en los cinco años posteriores a su boda. Penny Gordon-Larsen, autora de la investigación, sostiene que si bien los solteros de la misma edad aumentan alrededor de cuatro kilos en un periodo similar, los matrimonios engordan más pues son cómplices en sus malos hábitos de alimentación.
4. Hoy puedes tener hijos hasta pasados los 45
Sí, el reloj biológico tictaquea más fuerte después de los 35 años, pero hoy más que nunca es posible ser madres a edades maduras gracias a novedosos tratamientos médicos. Algunas celebridades que los
han aprovechado para embarazarse son Madonna, Thalía, Celine Dion, Susan Sarandon y Geena Davis. Todas ellas tuvieron hijos sanos después de los 40 (Geena Davis casi a los 50) así que tú también puedes hacerlo.
En su libro Como anillo al dedo, la periodista Yazmin Jalil explica que aunque una mujer cuarentona, cuyos óvulos son de mala calidad, sólo tiene el 5% de probabilidades de tener un bebé, puede elevar sus posibilidades de ser madre hasta el 50% si recurre a una donante de óvulos y se utiliza el esperma de su marido para fecundarlos.
5. Las mujeres inteligentes se casan menos
Según un estudio realizado por investigadores de las universidades de Edimburgo, Aberdeen, Bristol y Glasgow, a las mujeres inteligentes se les dificulta más encontrar pareja. Por cada 16 puntos que aumenta su coeficiente intelectual, tiene 40% menos probabilidades de casarse.
6. Dormir acompañada te destroza la espalda
Un estudio realizado por John Dittami, Gerhard Klösch y Josef Zeithofer de la Universidad de Viena, reveló que las mujeres dormimos mejor solas que cuando estamos acompañadas por un varón.
Los investigadores registraron el sueño de diez parejas heterosexuales de noviembre del 2005 a julio del 2006; cada noche les conectaron sensores para medir sus ritmos del sueño y les realizaron entrevistas al despertar para conocer la calidad de sus descanso. El estudio reveló que 65% de las mujeres sufrieron algún tipo de transtorno del sueño relacionado con compartir la cama con su pareja, mientras que en el caso de los hombres, sólo el 20% los padeció.
7. Amar tu profesión y tu vida, puede alejarte del altar
Un estudio realizado en Minnesota hace dos décadas reveló que muchas de las personas que permanecen solteras y atribuyen esa decisión a su trabajo, en efecto sienten un amor muy intenso por lo que hacen y los satisface más que la idea de formar una familia.
La investigación comenzó en 1991 cuando se entrevistó a más de 700 estudiantes de preparatoria y se les preguntó cuáles eran las características más importantes para ellos a la hora de elegir un trabajo. Las diferencias en las respuestas dividieron al grupo en dos: El primero dijo que le interesaba un empleo bien pagado, seguro y estable, y el segundo que preferiría hacer algo interesante, retador y significativo.
Nueve años después, cuando los entrevistados tenían entre 27 y 28 años, los investigadores volvieron para conocer su estado civil. En el grupo que deseó tener un trabajo sólido y bien remunerado dominaban las personas casadas y con hijos. Por el contrario, la mayoría de los jóvenes que declararon sentirse atraídos por los empleos apasionantes continuaban solteros.
